Hoy es día de Celebración del Aprendizaje en Trilema El Pilar.
Y eso significa muchas cosas: la principal, alegría; pero también nervios, tensión, incertidumbre, dudas y cansancio acumulado para alumnos, profesores, y seguro que también para familias.
¿Merece la pena todo este esfuerzo?
Para saberlo habría que pensar en por qué celebramos.
Como dice nuestro lema, Celebramos porque aprendemos, y eso es fundamental. Aprender es un proceso largo, trabajoso y bello, y es lógico que en un proceso tan prolongado en el tiempo haya que ir marcando etapas, buscando hitos, secuenciado para no perder el foco, y celebrando los pequeños logros.
Celebramos porque así todos los alumnos son participes del aprendizaje colectivo: todos tienen su momento; unos, los más valientes, verbalizando su producto final; otros, las evidencias que forran las paredes de aulas y pasillos; todos, seguro, mostrando su trabajo realizado en el portfolio. Y de esa manera, todos participamos en el proceso, todos tenemos nuestro papel en este esfuerzo compartido.
Celebramos también porque celebrar motiva: a esforzarse, a aprender, a hacerlo bien delante de propios y extraños. Es un incentivo extra (no el único, desde luego) para darlo todo.
Celebramos también porque es una oportunidad única de mostrar el trabajo de alumnos y profesores, de ponerlo en valor y de hacer partícipes a las familias de ese trabajo.
Y cuando celebramos, casi siempre y a casi todos nos sale bien. Y si no nos sale bien -que también pasa, claro-, aprendemos de esos errores. Y entonces, en ese proceso -aprender, celebrar y volver aprender- nos damos cuenta de que toda esa tensión, esos nervios, y el cansancio acumulado han merecido la pena.
Hoy toca disfrutar de esa celebración -la tercera del curso, la del proyecto de Historia en Infantil y Primaria. Esperamos que sea un día de gran aprendizaje para todos.
Adrián Cuesta
Profesor de Geografía e Historia