¿Para qué educamos? Esta es una pregunta que me hago cada día desde que empecé a ejercer en esta profesión.

Los recuerdos que hoy guardo de mi época de estudiante son en su mayoría experienciales. Recuerdo momentos duros, en los que me sentía sola; también los hubo
buenos, momentos divertidos y de éxito. De todas formas, lo único que importaba era retener la máxima información posible el día del examen para al menos aprobar con un
cinco y librarme de aquella asignatura.

Mi objetivo era aprobar y, una vez terminado el examen, nos podíamos olvidar de todo otra vez. Desde entonces me pregunto si mi época de estudiante fue o no una pérdida de tiempo. Creo que la mayoría hemos sido víctimas de este modelo y que la escuela ha olvidado durante mucho tiempo el verdadero motivo de su existencia.

Poco a poco en las escuelas se ha comenzado a trabajar competencias, como la digital, social y cívica, la emprendedora, y cada vez son más las escuelas que potencian el trabajo en equipo a través del aprendizaje cooperativo. Pero todo esto, ¿para qué?

Objetivos de Desarrollo Sostenible

¿Habéis oído hablar de los ODS? Los ODS son los objetivos de desarrollo sostenible que la agenda 2030 plantea abarcando las esferas económica, social y ambiental. Son retos sociales a los que nos enfrentamos hoy, y que cada día se agudizan más. Algunos ejemplos son: erradicar la pobreza en todo el mundo, poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, promover la agricultura sostenible, alcanzar la igualdad entre los géneros, tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y promover sociedades pacíficas e inclusivas facilitando acceso a la justicia para todos.

Este es nuestro verdadero reto, el motivo por el que me hice maestra, el motivo por el que trabajamos la competencia social y emprendedora, y les enseñamos a trabajar en equipo. Porque nuestros alumnos están destinados a cambiar el mundo.

¿Qué es la escuela sino un lugar de conversación, de emprendimiento y colaboración? La escuela es el lugar donde se preparan alumnos para el presente y el futuro, para un mundo cambiante lleno de retos y dificultades que necesitan solución. Esa solución no está en los libros de texto, ni puede proporcionárnosla Google, sino que se encuentra dentro de cada uno de nosotros. Es el resultado de un análisis, de una conversación y de un proyecto en equipo que debe traspasar las puertas del colegio.

Si aún no te convence lo que lees, si te parece que soy una idealista con objetivos inalcanzables, te interesará saber que de lo que hablo tiene un nombre: Competencia global.

Trabajando la competencia global de manera experiencial

La competencia global se define en el marco conceptual como: “la capacidad de examinar cuestiones locales, globales e interculturales, de entender y apreciar las perspectivas y visiones del mundo de los demás, para interrelacionarse de forma abierta, apropiada y eficaz con gentes de otras culturas, y para actuar por el bienest

ar común y el desarrollo sostenible”. El año pasado, aprovechando los contenidos del currículo relacionados con el reciclaje, llevamos a cabo un proyecto en el cual los alumnos aprendieron a separar los residuos. Niños y niñas de primero de primaria se dieron cuenta de que la mayoría de sus familias no estaban acostumbradas a reciclar. Llegaron a la conclusión de que si sus familias no lo hacían, posiblemente el resto de vecinos del barrio tampoco, así que decidieron realizar un vídeo en el que explicaban el uso de cada contenedor con ejemplos. Este vídeo lo pasamos a un código QR que posteriormente imprimimos en pegatinas. Esas pegatinas han viajado por todo el Barrio del Pilar y ahora se encuentran en muchos de los contenedores, listas para que cualquier persona pueda acceder a un vídeo donde alumnos de 7 años explican con detalle cómo reciclar, y así entre todos podamos luchar contra la llamada emergencia climática.

 

Este año, en el proyecto de vida en sociedad, hemos hablado sobre los conceptos de población, derechos humanos y migración. Los alumnos de cuarto de Primaria se han dado cuenta de que en nuestro barrio (el Barrio del Pilar) viven muchos inmigrantes, así que decidieron crear para ellos un tríptico para ayudarles a situarse en el barrio con los lugares más importantes a los que deben acudir en caso de emergencia o necesidad. Algunos de estos lugares incluyen comisarías de policía, hospitales o centros de salud.

Yo quiero que mis alumnos sean empáticos, que aprendan a escucharse unos a otros. Quiero que se ayuden y colaboren entre ellos, quiero que sepan decir sí: sí a luchar por nuestros derechos, sí a que todo el mundo tenga derecho a ser tratado con respeto, sí a la igualdad de género, sí a unirnos por resolver la emergencia climática. Quiero que sepan decir no: no a la desigualdad, no al maltrato, no a la pobreza, no a la esclavitud, no a las injusticias.

Y por eso soy maestra…

Cristina Culebras

Maestra de Educación Primaria

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